Teresa Ruiz/Pegalajar
Los alumnos odian hacer deberes y muchos se resisten a hacerlos ya que causa
mayor estrés y cansancio mental. La utilidad de las tareas no sólo es para
enganchar a los niños en el aprendizaje, sino para asegurar un mejor bienestar
de los alumnos. Yo pienso, a veces, que hay que mandar deberes pero no muchos,
porque después de al menos sobre 8 horas de colegio, tenemos 4 horas para
nuestro tiempo libre como jugar, tareas domésticas… ya que las otras 12 que nos
quedan deben ser para el descanso y comidas.
A algunos niños, les mandan muchos deberes , y, por lo tanto, se pasan, a parte
de las horas en el colegio o instituto, otras 2 o 3 horas más haciéndolos, e
invierte casi toda la tarde en ello, mientras que podría estar jugando con los
amigos o viendo la televisión. Por otro lado, a sus hermanos o hermanas solo
estén 1 hora o menos estando en el mismo colegio, tienen tiempo para
actividades extraescolares y demás.
Bajo mi punto de vista, he de decir, que creo que sería mejor si a todos los
cursos, les manden los mismos deberes más o menos, ya que sino solo los más
pequeños tienen tiempo para ocio y los grandes se pasan las tardes encerrados
en sus habitaciones.
Pero esto no quiere decir que sea malo hacer deberes, sino al revés, ya que es una forma de aprender lo que previamente se ha dado en clase; también hay niños que por la tarde están apuntados a clases particulares, que sería como un refuerzo para enseñarle de alguna u otra forma de la materia.
Como conclusión, podría decir que no es malo mandar deberes, sino que sería
bueno para repasar lo aprendido, pero, por otra parte, no es bueno estar todo
el rato estudiando y no tener tiempo para lo demás, porque no es solo un día a
la semana, sino que son todos los días.
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